Terapia para trauma

Cómo se manifiesta el
trauma en tu vida

No te voy a negar que la palabra trauma comúnmente se asocia a
grandes eventos. Sin embargo, a veces nace en silencios, ausencias
o experiencias difíciles.

Puede dejar huellas profundas en la forma en que pensamos,
sentimos y nos relacionamos con el mundo. Aunque los eventos
hayan quedado atrás, sus efectos pueden permanecer, generando
ansiedad, bloqueo, inseguridad o desconexión.

No te voy a negar que la palabra trauma comúnmente se asocia a grandes eventos. Sin embargo, a veces nace en silencios, ausencias o experiencias difíciles.

Puede dejar huellas profundas en la forma en que pensamos, sentimos y nos relacionamos con el mundo. Aunque los eventos hayan quedado atrás, sus efectos pueden permanecer, generando ansiedad, bloqueo, inseguridad o desconexión.

Situaciones que generan un
trauma emocional

Situaciones que generan un trauma emocional

En psicología, el trauma se refiere a una experiencia
emocional intensa y abrumadora que supera la capacidad
de una persona para procesarla adecuadamente en el
momento en que ocurre.

Puede estar provocado por situaciones puntuales (como
un accidente, una pérdida o una agresión) o por vivencias
prolongadas (como el abuso, el abandono o el maltrato).

En psicología, el trauma se refiere a una experiencia emocional intensa y abrumadora que supera la capacidad de una persona para procesarla adecuadamente en el momento en que ocurre.

Puede estar provocado por situaciones puntuales (como un accidente, una pérdida o una agresión) o por vivencias prolongadas (como el abuso, el abandono o el maltrato).

Procesar el trauma para avanzar

Lo más importante es que no depende solo del evento en sí, sino de cómo la persona lo vive e interpreta. Sus efectos pueden permanecer
en el tiempo y afectar la forma en que una persona se relaciona consigo misma, con los demás y con el mundo. 



La terapia ayuda a procesar estas experiencias, recuperar la seguridad y restablecer el bienestar emocional.

Lo más importante es que no depende solo del evento en sí, sino de cómo la persona lo vive e interpreta. Sus efectos pueden permanecer en el tiempo y afectar la forma en que una persona se relaciona consigo misma, con los demás y con el mundo. 



La terapia ayuda a procesar estas experiencias, recuperar la seguridad y restablecer el bienestar emocional.

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